Fuente: http://trabajados.com
El mundo de la empresa evoluciona día a día. La globalización, las nuevas tecnologías y, por supuesto, la crisis, empujan a las empresas a tener que ser cada día más competitivas, ofreciendo la mayor calidad posible en sus productos con objeto de no perder cuota de mercado o de, como mínimo, sobrevivir a esta época tan complicada desde el punto de vista económico. Aparte de la contratación de trabajadores cualificados y especializados, otra de las herramientas para mantener la competitividad de la empresa es, sin duda, la formación de los trabajadores.
Muchas empresas, sin embargo, continúan siendo reacias a facilitar esta formación a los trabajadores, porque supone un gasto para la empresa y una pérdida de horas laborales por parte de los trabajadores y mandos que están asistiendo en cursos. Sin embargo, a la larga, esta inversión resulta realmente rentable en términos de mejora de capacitación los trabajadores, cualquiera que sea su nivel.
Mediante esta formación, todos aquellos que participando en la empresa, ya sean jefes o empleados, actualizan sus conocimientos y aumentan su capacitación y con ello favorecen un mejor desempeño de sus funciones.
Actualmente, además, existen muchos cursos que están bonificados por el Estado, de forma que el gasto que realiza la empresa en estos concepto es menor y por ello resulta aún más rentable.
La formación, además, se puede realizar dentro de la empresa, de forma que el trabajador no tenga que desplazarse, con lo que las horas laborales perdidas son menos. Lo mismo ocurre si se opta por la modalidad de formación on-line.
Finalmente, de cara a los trabajadores, resulta motivador para ellos realizar cursos formativos, ya que de ese modo rompen la rutina y se sienten más motivados con respecto al trabajo que desempeñan, lo que finalmente redunda en beneficio de la empresa.
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