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Francisco Manjón, graduado en Contabilidad, es una de las 7.763 personas que han solicitado plaza en uno de los cursos del Inaem

Los cursos para desempleados aragoneses que cada año convoca el Instituto Aragonés de Empleo han recibido, a lo largo de las primeras fechas en que es posible realizar las preinscripciones, un aluvión de peticiones.

Este año se van a impartir en los diferentes centros de la Comunidad un total de 125 cursos de (casi) todas las ramas profesionales, que en total suman 1.757 plazas. Hasta el pasado jueves, 7.763 parados ya habían realizado la pertinente preinscripción, lo que arroja una media de 4,41 solicitudes por plaza ofertada.

Entre los cursos estrella se encuentran clásicos como el de manipulador de alimentos (con 20 peticiones por cada vacante) o el de carretillero (más de doce solicitudes por plaza). En el listado también aparecen nuevas tendencias en el mundo laboral, como la que contempla el módulo de diseño de aplicaciones para ‘smartphones’, por el que se han interesado 186 desempleados, si bien solo 15 de ellos conseguirán asistir a las clases.

Aunque en la inmensa mayoría de los cursos la demanda ya está cubierta uno o dos meses antes de que dé comienzo, también los hay que, de momento, no han suscitado el interés de nadie. Así pues, ningún parado se ha inscrito en los cursillos de auxiliar de laboratorio de industrias alimenticias, empaquetado de ropa, entrenador de fútbol sala (impartido en Illueca), gestión emocional o instalador y administrador de redes. Tampoco han recibido solicitudes las enseñanzas de sistemas electroneumáticos, redes sociales en la empresa o restauración de tejidos (en Albarracín).

En el seno del departamento de Trabajo consideran “normal” esta demanda, si bien sí reconocen un creciente interés a lo largo de los últimos años.

“Veo complicado que me cojan”

Francisco Manjón tiene un grado superior en Contabilidad, aunque apenas ha tenido oportunidad de ejercer su profesión. “Cuando acabé las prácticas en empresa me dijeron que estaban contentos con mi trabajo, pero que no me podían contratar. Luego estuve seis meses en una oficina y desde hace año y medio es imposible encontrar nada. Como vi que la cosa estaba complicada busqué otro tipo de trabajos: uno en un almacén y otro en un bar, pero es frustrante ver que todo lo que te has esforzado para estudiar no ha servido para nada”.

Para completar su formación, Francisco ha comenzado a dar clases de inglés, y ahora esperaba apuntarse al curso de Auditoría que imparte el INAEM, del que solo se ofertan 12 plazas y al que ya se han preinscrito 163 alumnos. “Tendrán prioridad gente con más formación y experiencia, además cuando yo me apunté ya se habían cubierto las plazas. Veo complicado que me cojan”, lamenta.

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