Todas las empresas disponen de un crédito para la formación de sus trabajadores que se obtiene de multiplicar la cantidad ingresada por la empresa en concepto de formación profesional en el año anterior por un porcentaje de bonificación. «Cada empresa, sea cual sea su tamaño, actividad o ubicación puede elegir qué formación quiere hacer, con qué contenidos, cómo y cuándo», indicó.

Se pueden beneficiar de este sistema todos aquellos trabajadores que coticen por la contingencia de formación profesional. Saura incidió en que no se trata de una subvención a la empresa, sino de un derecho que tienen de recuperar la cuota de formación profesional que, la Tesorería de la Seguridad Social, les descuenta todos los meses a los trabajadores (0,1%) y los empresarios (0,6%).

También recordó que el crédito que les corresponda a las empresas es solo por un año, por lo que si no hacen uso del mismo, lo pierden. No es acumulable para el siguiente año.