Cuando yo estaba en 4ºESO veía que compañeros míos dejaban de estudiar para marchar a la obra de albañiles, fontaneros o electricistas porque se ganaba “unos tres mil euros, si trabajabas a destajo”, incluso muchos fuimos conscientes de la emigración de población joven, sin estudios mínimos, de Extremadura a Madrid a las campañas de la construcción para trabajar 12 horas para cobrar más que en su tierra. Esta es y será una generación perdida si no intentamos remediarlo.

Un niño de 17 o 18 años no puede cobrar 3000€ por trabajar (y menos sin estudios básicos). Primero porque muchos de ellos no saben qué es no cobrar ese dinero. En segundo lugar, que cada etapa de su vida necesita su madurez, sus enseñanzas,sus aprendizajes y valorar qué cuesta cada cosa. En tercer lugar, es una generación quenecesita formación para poder emprender en el mundo laborar en un trabajo diferente al que hasta ahora habían empezado en el sector de la construcción.

Si no conseguimos que estos jóvenes, expulsados de las aulas por la burbuja inmobiliaria, vuelvan a los libros y las enseñanzas tendremos un bagaje difícil de llevar en los próximos años y un suspenso como país. Hay más de 500.000 jóvenes en esta situación, sin formación y por lo tanto sin posibilidad de encontrar un empleo. Esto es un problema que está y que el PP no va a resolver.

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