Fuente: http://www.elmundo.es
A las malas perspectivas económicas se unen las pésimas sensaciones laborales: un tercio de los españoles opina que su puesto de trabajo está por encima de sus posibilidades formativas y cree que su capacitación profesional se encuentra por debajo de los requerimientos de su cargo. Y además, casi el 40% de los parados no confía en que la formación ayuda a encontrar un trabajo.
En nuestro país, casi cuatro de cada diez trabajadores tienen esta misma percepción. España se coloca así a catorce puntos porcentuales por encima de la media del Viejo Continente, que es de un 22%. Por debajo de este dato se encuentran, entre otros, la locomotora económica europea, Alemania, y Grecia.
Esther Bartolomé Campos, manager de formación de Randstad, asegura que “la formación es un hecho fundamental que las empresas deben de potenciar entre sus trabajadores. No se trata de un elemento aislado, sino de un capítulo clave para elevar la productividad de la empresa. Además, motiva a los profesionales y les anima a ser más competitivos”.